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viernes, 4 de julio de 2014

Placas de Inducción VS Placas Vitrocerámicas

A la hora de comprar electrodomésticos para casa nos surgen muchas dudas;  entre ellas que tipo de "cocina" elegir. Dejando a un lado las cocinas de gas y los hornillos eléctricos os proponemos comparar dos tipos de "cocinas", que aunque estéticamente son muy similares no lo son tanto en su funcionamiento.

Visualmente el exterior de las placas de inducción y de las placas vitrocerámicas es muy similar, entonces por qué elegir una u otra.

Te detallamos 6 diferencias básicas para que tu decisión sea más fácil.


1. Funcionamiento.

Las placas de inducción funcionan gracias a la corriente eléctrica que genera un campo electromagnético que magnetiza el material férrico del recipiente haciendo que sus partículas vibren y produzcan calor que se transmite a los alimentos.

Mientras que las placas vitrocerámicas funcionan gracias un resistencia eléctrica que calienta un material cerámico y este calor se trasmite al recipiente y por ende a los alimentos.

2. Tipos de recipientes.

Sobre las placas vitrocerámicas se puede cocinar con cual material (apto para cocinar, claro, a nadie se le ocurre poner un recipiente plástico). Aluminio, cerámica, cobre, terracota, etc.

Sin embargo, las placas de inducción necesitan un material ferromagético, un material que permita que se genere la corriente electromagnética. Para que la cuestión sea más fácil de entender, si quieres comprobar si un recipiente te servirá en una cocina de inducción, usa un imán. Si el imán se pega a la base ya tienes el recipiente adecuado.

3. Ahorro energético.

Las placas de inducción empiezan a calentar el recipiente en menos tiempo, lo que se traduce en un ahorro energético y también en un ahorro de tiempo. Otro aspecto que mejora el ahorro energético es que la placa deja de funcionar inmediatamente al retirar el material ya que la corriente electromagnética no tiene por donde fluir. 

Las placas vitrocerámicas tardan más en empezar a calentar el recipiente porque antes se tiene que calentar el cristal cerámico. Siguen funcionando aunque retiremos el recipiente. Aunque este menor ahorro energético podemos compensarlo un poco si aprovechamos el calor residual, es decir, apagar la placa un poco antes y seguir usando el calor que desprende la placa apagada.

4. El precio.

Todavía a día de hoy la tecnología de inducción es un poco más cara que la vitrocerámica.

5. La seguridad.

Una de las desventajas de las vitrocerámicas es que siguen desprendiendo calor después de apagarlas, lo que se llama calor residual. Existe riesgo de quemaduras por contacto, que pueden ser importantes si la placa está recién apagada. Es un aspecto a tener en cuenta si hay niños en casa.

Las placas de inducción por su parte no producen quemaduras por calor residual ya que se "apagan" al retirar el recipiente. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con los complementos como anillos y pulseras que pueden calentarse rápidamente por contacto con la placa y producir quemaduras. Otro aspecto muy importante es que las placas de inducción no pueden ser usadas por personas que lleven un marcapasos, debido al componente electromagnético de los mismos.


6. La limpieza 

Y por último y no menos importante aunque las superficies de ambas son fáciles de limpiar, se debe tener en cuenta que las vitrocerámicas siguen calentando cualquier producto que se vierta durante la preparación de la comida cosa que no ocurre en las placas de inducción. Siempre tendrás que rascar más en las placas vitrocerámicas.

Espero que esta entrada os haya servido un poco para elegir donde preparar vuestras deliciosas recetas. Como ya sabes puedes visitarnos en Trunados.com.

¡Bon appétit!